Este es el escándalo del día, y por razones que ni siquiera deberían mencionarse.

#LadyCoralina (como la han nombrado usuarios de redes sociales), festejó su despedida de soltera en un club de Playa del Carmen, junto a todos sus "amigos", pero un video de la fiesta publicado posteriormente le puso fin a sus planes de boda.

Resulta que la chica, originaria de Hermosillo, se divirtió a lo grande (como debe ser en una despedida), y besó a un invitado. Sin embargo, algunos de los presentes divulgaron un clip con todos los detalles de lo que había ocurrido esa tarde.

Mal plan por ellos, porque ahora resulta que somos de la propiedad del otro y que no existen razones para perdonar unos besos. Las infidelidades las cometemos personas comunes y corrientes. No todos los infieles son malas personas, o están enfermos o errados o son inmorales. No todas las infidelidades se realizan por falta de amor.

Hablar de infidelidad es hablar de complejidad: no podemos reducir un evento con tantos matices a un asunto donde alguien es “el villano”, y el otro “la víctima”.

No obstante, la historia tuvo un triste final, pues según el diario Zócalo Saltillo, la ceremonia religiosa, programada para el 7 de abril del 2017, fue cancelada por el novio al enterarse de todo.