Los cuckolds se excitan con uno de los grandes tabúes de la sociedad, la infidelidad femenina. Les gusta ver o imaginar a su mujer teniendo sexo con otros hombres, conocer los detalles, saber que ellas disfrutan.

2016
Cada vez hay más hombres que se excitan con las infidelidades de sus mujeres; Esto se llama cuckolding
     

"Cuando llamé a mi marido aquella noche estaba temblando como un flan", reconocía ella.


Pero al otro lado del teléfono no se encontró ni gritos, ni celos, ni lloros. "Él no solo estaba extasiado: quería detalles, fotos y que le contase todo con pelos y señales cuando volviese a casa. Cuando llegó, le conté todo lo que había pasado con ese hombre y le puso muchísimo. Tuvimos un sexo increíble".


Seis meses después de aquello, ella es feliz con su esposo y su nuevo novio.


"No puedo creer que mi marido me deje tener tanto sexo como me apetezca con mi novio" explica. "Soy una chica afortunada".


La historia puede sonar atípica, pero puede que sea más común de lo que pensamos. Se trata de un fetichismo llamado cuckolding (de "cornudo" en inglés) y del que cada vez más parejas disfrutan: Las comunidades online dedicadas al tema crecen como champiñones y las búsquedas del tema en Google se han duplicado en los últimos 12 años. Hasta Reddit tiene un hilo sobre el tema.


Los cuckolds se excitan con uno de los grandes tabúes de la sociedad, la infidelidad femenina. Les gusta ver o imaginar a su mujer teniendo sexo con otros hombres, conocer los detalles, saber que ellas disfrutan.


Los psicólogos no se acaban de poner de acuerdo con los motivos detrás de este fetiche, y las teorías van desde la bisexualidad masculina reprimida a hombres que sienten orgullo de tener mujeres sexualmente liberadas.

 

El doctor David J. Ley, autor de Esposas insaciables: Las mujeres errantes y los hombres que las aman , considera que el subidón puede venir simplemente de hacer algo que está tan mal visto por la sociedad.


"Es esencial comprender que lo que podría ser humillante de imaginar a una esposa teniendo relaciones sexuales con otro varón es, en su formulación idealizada, puede transformarse en algo que no es humillante en absoluto, sino en algo tremendamente erótico" dijo Ley a Psychology Today.


"Cuando un hombre hetero convencional se atreve a visualizar a su mujer violando sus votos maritales y, posiblemente, animándola a ello, está jugando un rol vital en lo que podríamos llamar una 'doble transgresión' de las normas sociales. Está visualizándose a sí mismo como cornudo, pero está en pleno control de la infidelidad, por lo que sus 'fantasías prohibidas' pueden ser especialmente gratificantes".

                                                                   [Vía The Independent]