El señor doctor Vázquez Alegría con Posgrado en Administración Pública y Privada, en parte de su ensayo anota que los pensionados de $150,000.00 pesos mensuales:

"No tienen la culpa, ni moral ni jurídicamente hablando". "Ni moral", por favor y aquí hay que ir al grano.

Conozco infinidad de casos, por el gran respeto que nos inculcaron nuestros padres en relación con los maestros rurales y de los centros urbanos que apenas empezaban su desarrollo en la década de los 50 y 60, tomaremos un solo caso de la escuela Abelardo L. Rodríguez, de esta ciudad de San Luis Río Colorado, Sonora, de una honorable maestra de quien hasta la presente fecha, padres y alumnos que la trataron, la conocieron y la conocen fraternal y amorosamente como la "maestra Chuyita". Le entregó a la educación primaria en esta ciudad, 34 años de servicios honorables y distinguidos. Recibió en el transcurso diversos reconocimientos por su aplicación, devoción y lealtad a la hermosa misión del maestro que verdaderamente se entrega a su enseñanza y profesión; recibe actualmente, porque ha habido diversos aumentos en el transcurso de los últimos sexenios, la honrosa cantidad de $12,000.00 pesos mensuales, con los que lleva una vida sumamente decorosa y modesta, de la que todos quienes la conocemos, nos sentimos orgullosos.

Esta modesta pensión, comparada con la sarta de políticos que han ocupado diversos cargos, desde Regidores, Presidentes Municipales, Diputados Locales, Secretarios de nombramiento directo de los Gobernadores, que reciben más de $150,000.00 pesos mensuales, no existe ninguna posibilidad, ninguna, que ésto sea moral, podrá ser técnicamente, desde el punto de vista jurídico y esto habría que revisarlo con rigurosos sentido y experiencia jurídica si es factible, pero moralmente no, por favor.

Por lo visto, la sociedad sonorense incluidos todos, hasta los periodistas, no hemos entendido ni una sola letra del concepto moral - política y ética administrativa de la Gobernadora del Estado.

¿Y por qué viene a cuento esto?

Porque no es cualquier fenómeno político haber logrado encargarle el Poder Ejecutivo del Estado a una mujer. Hasta la presente fecha, nada más tienen comparación sus actos de Gobierno en beneficio de Sonora, con los actos de Gobierno del Honorable ex Gobernador Don Adolfo de la Huerta y el legado de honorabilidad del ex Presidente Don Àlvaro Obregòn Salido, quien en en el texto de su testamento, escribió el 27 de marzo de 1926: "todos los bienes y propiedades de la sociedad conyugal corresponden legalmente a mi acreedores y se procederá a su venta para liquidarles sus créditos respectivos".

Doña María Tapia viuda de Obregón tardó poco más de 6 años en cubrir las deudas de su finado esposo. Dónde encontrar encontrar un solo político, uno solo, de esos niveles de en medio y de abajo, que inicie su testamentaría con esta horadez y hombría de bien.

Estos actos, se pueden comparar con los que ha realizado y pretende realizar la Gobernadora: Regresarnos un mínimo de confianza en las instituciones y que en la clase política sí se dan los "garbanzos de a libra" en medio de una bola de prietos en el arroz.

En un sexenio muchos olvidarán estos actos, pero el legado político, social y cultural que día a día la Gobernadora del Estado de Sonora va conformando, quedará en las bibliotecas, en las hemerotecas, en los documentales y libros que forzosa y necesariamente para quedar registro de esto tan importante que está sucediendo en Sonora, alguien escribirá, con un deseo ferviente de que lo jóvenes políticos abreven en la historia de estos actos y se miren en la claridad de las presentes acciones de gobierno, que sea una lección permanente de transparencia, rendición de cuentas, justicia y honorabilidad.

Bienvenido sea, el séptimo año al que la Gobernadora se refirió, todo Sonora y para ejemplo de la República, lo esperamos con los brazos abiertos.

Lic. Tomás Cid Lucero

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