En las últimas semanas en algunos medios y en redes sociales se han ventilado algunos artículos que describen la personalidad del Secretario de Educación y Cultura Ernesto de Lucas Hopkins (el Pato Lucas): no dicen nada nuevo, pero lo que dice es la mera verdad.

Traidor, oportunista, mentiroso, ególatra que se cree superior a todos y que no le importa pasar por encima de quien sea;  abandonó a su mentor político Eduardo Bours  cuando cayó en desgracia para adorar a quien ahora manda en Sonora y no es precisamente  a la Señora Gobernadora a quien ahora idolatra, es un malagradecido que ignora a todos los que le han tendido la mano. No tiene empacho hablar mal hasta de sus compañeros de gobierno cuando detecta que se interesan en lo mismo a lo que el aspira.

Por esas características de su personalidad no lo aguantaron ni un año en el gobierno de Peña Nieto y, vino a Sonora a buscar chamba con quienes antes descalificaba por ser adversarios políticos de su mentor Bours y como pago a desconocer y renegar de quien lo inició en la política hace cerca de 15 años, le dieron la Secretaría de Educación y Cultura donde sin cuidado alguno empezó a promocionar carrera con dinero público.

 Sin importarle las condiciones en que se encuentran las escuelas, se le ocurrió la brillante idea de con nuestro dinero para imponer un Record Guinness de más escobas barriendo Hermosillo. ¿Y las necesidades de las escuelas? ¿Y el sueldo de los maestros? Bien gracias, la educación es lo último que le interesa, primero lo suyo siempre lo suyo.

Como cree que la ciudadanía no tiene la capacidad de analizar lo que hacen los funcionarios públicos se atrevió a desarrollar un programa que lo pagara la SEC, por supuesto , que le diera la posibilidad de moverse por todo el Estado y que le abriera puerta a la candidatura por la senaduría; cuando le dijeron que no tenía alas para volar tan alto puso su mira en el Municipio de Hermosillo y mandó fabricar unos patos el pretexto de promocionar el mencionado programa que de educativo no tiene nada , verdad verdadera era que quería promocionar “Patolandia” con dinero del pueblo burlándose de los hermosillenses y de otros posibles candidatos.

Las últimas experiencias dicen que las elecciones las definen los jóvenes por eso al pato se le ocurrió organizar un torneo de tercias de basquetbol solo en Hermosillo y que un cierto número de jugadores fueran a saludar a Michel Jordán. Es de señalar que llevó a puros competidores de escuelas privadas ¿Y el resto del Estado qué? ¿Cuánto se gastó en avión, hotel y comida para ese grupo de asistentes? ¿Cuantas necesidades de las escuelas se pudieron atender? Eso es lo de menos, solo le importan sus intereses.

Y de la reforma educativa conoce lo que se le unta al queso; en un afán protagonismo prometió que se evaluaría a los funcionarios de la SEC pero claro que no se incluyó el obvio que solo era una más de sus vaciladas. Sin embargo, cuando se ha tratado de evaluar a los maestros empleó hasta la policía para reprimir a los que no están de acuerdo con la evaluación y en Guaymas, bajo una indicación suya, los agentes policiacos ingresaron a una escuela y sacaron a la fuerza a un maestro del mismísima salón de clases solo por ser disidente.

Ese afán de protagonismo , a algunos les ha costado traiciones , descalificado al pueblo de Sonora nos ha costado cerca de 45 000 000 de pesos del dinero de nuestros impuestos , dinero que debió de ser empleado para lo que fue presupuestado no para los proyectos políticos personales del pato funcionario, juzgue usted.