¿Alguna vez has ido caminando por la calle y te has encontrado con parejas que son absolutamente diferentes? Sí, esas en las que la chica es guapísima y su acompañante no es tan agraciado, y entonces piensas: “algo debe de hacer bien ese chicoâ€. Pues aunque no lo creas, existe una respuesta para esta duda.

2017
Estudio revela que casarte con un hombre feo puede ser la clave de la felicidad 
     

¿Alguna vez has ido caminando por la calle y te has encontrado con parejas que son absolutamente diferentes? Sí, esas en las que la chica es guapísima y su acompañante no es tan agraciado, y entonces piensas: “algo debe de hacer bien ese chicoâ€. Pues aunque no lo creas, existe una respuesta para esta duda.

Para que comprendas mejor por qué ocurre esto, investigadores de la Universidad Estatal de Florida, la estudiante de doctorado Tania Reynolds y la profesora asistente de psicología Andrea Meltzer, evaluaron las relaciones de 113 parejas de recién casados, con una edad promedio de 20 años, para entender si el atractivo físico juega un papel en la felicidad.


Si tu pareja es fea, tú eres más feliz
amor ciego
Esta investigación concluyó que el atractivo de un socio romántico puede ser la fuerza impulsora detrás del deseo de hacer una dieta para buscar un cuerpo delgado, aunque esa motivación contrasta agudamente entre hombres y mujeres.

Los resultados revelan que tener un esposo físicamente atractivo puede tener consecuencias negativas para las esposas, especialmente si esas mujeres no son particularmente atractivas.


Viven más relajadas
heidi klum y seal

Sin embargo, esa obsesión por la dieta no existe entre las mujeres juzgadas como más atractivas que sus maridos. En cuanto a los hombres, su motivación para realizar una dieta es baja independientemente del atractivo de ellos o sus esposas.

El estudio podría ser útil para identificar a las mujeres en riesgo de desarrollar conductas que las lleven a perder peso en extremo, a la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias y la insatisfacción con la vida.

Las mujeres que no tenían maridos atractivos, no sentían la necesidad de hacer esfuerzos físicos ni alimenticios para estar en la competencia de sensualidad contra otras mujeres, lo que las hace verdaderamente felices. En lugar de preocuparse por verse tan sexys como sus esposos, estas mujeres llegan a disfrutar plenamente su vida al lado de sus hombres.


Un estudio muy interesante
mujeres son felices con feos

La investigación encontró que los matrimonios son más felices cuando las esposas son más atractivas que sus maridos. Cada participante completó un largo cuestionario enfocado en su gusto por la comida y el tener un cuerpo delgado.

Algunas preguntas incluyeron: ¿me siento extremadamente culpable después de comer?, ¿me gusta que mi estómago esté vacío?, y ¿estoy aterrorizada de ganar peso?

Posteriormente, se tomó una fotografía de cuerpo entero de cada participante y se clasificó en una escala del 1 al 10.

Dos equipos de evaluadores estudiaron las fotos: una en la Southern Methodist University en Texas se centró en el atractivo facial de los cónyuges, mientras que otra en FSU miró el cuerpo atractivo.


La presión de sus parejas influye en su alimentación
monica bellucci y su esposo

Reynolds contó que algunas investigaciones han demostrado que las mujeres tienden a percibir demasiado lo delgada que sus parejas quieren que sean y como resultado pueden seguir de forma inapropiada una dieta.

Una forma de ayudar a estas mujeres es que sus esposos sean muy firmes y les recuerden lo hermosas que son.


Su nuevo objetivo
chicas pesadas
El siguiente paso para su investigación será explorar si las mujeres están más motivadas a seguir una dieta cuando están rodeadas de amigas atractivas.

Si entendemos cómo las relaciones de las mujeres afectan su decisión de alimentarse y los predictores sociales para desarrollar comportamientos de alimentación poco saludables, entonces podremos ayudarles mejor.


¡Dale una oportunidad!
gif mujeres son felices con feos
Así que ahora ya conoces el secreto de las parejas y tal vez sea el momento de aceptar la invitación de ese chico que, aunque no te gusta tanto físicamente, puede ser el hombre que te hará inmensamente feliz.