La sucesión presidencial está en una fase compleja: Venganzas anticipadas y una lucha de intereses que nada bueno presagia, es lo que alcanza a ver el ciudadano común. El reparto de candidaturas en los estados es tema secundario, simple y sencillamente porque la candidatura presidencial no está firme en las manos del actual grupo de poder nacional.

Pareciera que la Presidencia de la República se vende al mejor postor, al grupo más poderoso, pero que esa inversión no está resultando redituable.

¿Razones?

Podrían ser muchas, pero la principal es que el candidato no levanta, no conecta, a la vez que es atacado desde diversos frentes, sobre todo con una rumorología que impacta en la vida nacional, como el famoso gasolinazo.

Pero además hay otros hechos reales, como el tortillazo, el alza en los productos básicos, en el gas, la luz y una inflación que avanza a terrenos muy peligrosos.

El entorno económico, que siente y resiente la población en el bolsillo, es muy peligroso para la candidatura del ex Secretario de Hacienda.

Por eso algunos hacen una reedición de 1994, cuando le crearon un enrarecido ambiente a Luis Donaldo Colosio, que desembocó en su asesinato.

Nadie pone en duda la honorabilidad del candidato priista y su experiencia por la formación en el gabinete económico, pero conocer los mercados, la macroeconomía, no es lo mismo que saber llegar a la gente. En el terreno carisma fue superado ampliamente por su esposa. Quizá por esta razón la carismática cónyuge fue retirada de la precampaña.

En este complicado escenario nacional se debe ver a nuestra aldea, Sonora.

Las luchas en el poder central generan cambios en todos los sentidos.

Sobre todo en las ansiadas candidaturas, empezando por la fórmula de senadores.

¿Quién se quedará finalmente con estas posiciones, antesala de la candidatura a gobernador?

Sin duda el grupo político vencedor.

Y hasta el momento no lo conocemos.

O lo que sería más sensato: Un pacto entre los grupos fuertes.

Lo que queda claro es que bastantes dan por muerto, claro, políticamente hablando, a Manlio Fabio Beltrones.

Aquí en Sonora muchos le deben lo que son al ex gobernador.

Y nadie lo ha defendido.

Bueno, quizá alguien lo defendió y nos pasó de noche.

Pero sin duda se esperan vientos de cambio.

Sin descartar un vendaval que lleve a nuevos rumbos.

Un vendaval sin rumbo sería peligroso.