Los candidatos y candidatas son mercancía desechable. La gente los ve y escucha en campaña y después ya no vuelve a saber de estas personas. Unas porque perdieron y otras debido a que ya llegaron al espacio de poder que buscaban.

2018
Bisturí. Candidatos desechables
     

En breve tendremos una infinidad de candidatos y candidatas a puestos de elección popular que ofrecerán lo que su escaso contacto con la gente les permite razonar como oferta de campaña. La gran mayoría de estos personajes evitan adentrarse en la problemática real que se reduce en estos puntos básicos: Corrupción, inseguridad, injusticia y combate a la pobreza.

Pero en forma real, no con actitudes demagógicas.

Los candidatos y candidatas son mercancía desechable. La gente los ve y escucha en campaña y después ya no vuelve a saber de estas personas. Unas porque perdieron y otras debido a que ya llegaron al espacio de poder que buscaban.

Por eso las cosas deben cambiar.

Las candidaturas independientes son un factor de cambio, pero vienen muy lento. Quizá para la próxima campaña las y los aspirantes a candidaturas por esta vía muestren más organización, con redes en cada sector de las ciudades sonorenses.

Hasta ahorita vemos las mismas caras, las mismas actitudes.

Nada nuevo.

Por eso la misma ciudadanía está obligada a cambiar el actual orden en la materia.

Pero las candidatas y candidatos también deberían estar obligados a cambiar su discurso.

Antes que se vean rebasados por el cambio.

El suscrito, que vive en el sur de la ciudad, comprobó que la gran mayoría de la gente ignora quién es su representante.

Y sin embargo se vuelve a postular.

La gente que vive al norte puede comprobar este sencillo ejercicio.

Y confirmará que es lo mismo: Pocos saben quién es su representante.

Entonces tenemos de dos sopas: Cambian los candidatos y representantes o cambiamos nosotros.