La política sonorense está ofreciendo un triste espectáculo a través de conocidos personajes que en su búsqueda del poder público muestran una condición humana pobre, falsa. 

2018
Bisturí. Pecados políticos
     

La política sonorense está ofreciendo un triste espectáculo a través de conocidos personajes que en su búsqueda del poder público muestran una condición humana pobre, falsa. Están activando mecanismos de venganza, de ira, cuando debieran promover la unidad y el bien común, tanto en sus partidos como entre la población en general, los futuros votantes.

Esto genera desconfianza ciudadana. Y en su momento esa gente que hoy observa los toros desde la barrera aplicará sin contemplaciones su voto de castigo.

Los ganadores y perdedores en las definiciones de candidaturas están jugando con fuego.

Habrá, obviamente, quemaduras de diferentes grados.

Y desencanto entre la población apartidista.

Entonces, tenemos que estos aspirantes a ejercer un cargo público sólo buscan poder.

¿Poder para qué?

Para servir al pueblo, difícil.

Para acumular riqueza, quizá.

Para someter al enemigo, muy probable.

Así es la política terrenal.

Y por eso están los pecados de la clase política.

Para estar a tono con la tradición, citaremos siete pecados de los políticos:

Soberbia.

Avaricia.

Envidia.

Falsedad.

Ira.

Desconfianza.

Olvido.

A los pecadores no les pondremos nombres.

Mejor aplique su criterio, caro lector, para nombrar al político y el pecado que más se ajusta a la personalidad política.

Como siempre usted, caro lector, tiene la razón.

¿Telemax y El Maloro en enredos?

La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) realizó operaciones que “simularon diversos actos jurídicos y presuntas contrataciones con proveedores, con irregularidades por mil 747 millones 666 mil pesos”, informó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

La información en ese sentido fue abundante. Y la villana principal, Rosario Robles Berlanga, ya ni sabía qué hacer o decir.

Pero ella no es la única responsable en este abundante campo de la corrupción.

En uno de sus párrafos, el despacho informativo ilustra, textualmente:

Un ejemplo aberrante, entre muchos: La Sedatu pagó al Sistema Quintanarroense de Comunicación Social y a la Televisora de Hermosillo SA de CV (más conocida por nosotros como Telemax) para la entrega de materiales, los cuales resultaron totalmente idénticos. Y lo peor: los pagó por montos millonarios… !cuatro veces!

Estos dos organismos estatales fueron calificados como cómplices en subsidios asignados al Programa de Infraestructura, que sirve para realizar obras de carácter social, mejorar viviendas de hogares pobres o construir casas en poblaciones marginadas. Según la ASF, estos tipos de esquemas fraudulentos costaron por lo menos 6 mil 880 millones de pesos desde 2012.

Después de leer esta información recordamos la llamada Estafa Maestra, en la que se vio involucrado el ex alcalde hermosillense y hoy flamante candidato a senador Manuel Ignacio Acosta, cuando se desempeñó como director del Registro Agrario Nacional.

Qué vergüenza: Telemax, la televisora oficial, en entrega de materiales de construcción. Y a precios inflados.

Mal augurio para El Maloro si lo vuelven a involucrar en la Estafa Maestra en plena campaña electoral.