En estas enredadas operaciones hay demasiadas dudas, pero de lo que no hay duda es que la gobernadora, Claudia Pavlovich, debe ordenar una investigación a fondo que deje bien claro esta oscura y peligrosa historia.

2018
Bisturí. Deben rodar cabezas en TELEMAX… y más arriba
     

A Daniel Hidalgo Hurtado le anotaron una canasta de tres puntos. Y todavía falta un tiro libre, por falta técnica. El ex basqutbolista de corte nacional y hasta internacional, estaría en peligro de sumar cinco faltas para salir expulsado del partido por la investigación que realizan a la televisora oficial, TELEMAX, de la cual es director, por una serie de desviaciones de lana a las que se había prestado con SEDATU por una bicoca: 271 millones 891 mil pesos que se perdieron en empresas subcontratadas que a su vez subarrendaron servicios.

Total, que es un verdadero desgarriate en triangulaciones que se parecen a lavado de dinero.

En estas enredadas operaciones hay demasiadas dudas, pero de lo que no hay duda es que la gobernadora, Claudia Pavlovich, debe ordenar una investigación a fondo que deje bien claro esta oscura y peligrosa historia.

Y, sobre todo, seguir la ruta del dinero y quién o quiénes autorizaron las ilegales operaciones.

Daniel Hidalgo, se supone, es un experto en temas financieros egresado del Tec de Monterrey. Pero sus títulos académicos (hasta donde sabemos cursó dos carreras) no lo llevaron a la política, sino su carrera como basquetbolista, en la que representó a Sonora y a México.

Obviamente, sí está tan preparado, difícilmente lo habrían chamaqueado.

Entonces ¿qué pasó?

Eso precisamente debe dejar bien claro la investigación que se debe estar practicando.

Daniel debe asimilar que ya lo quemaron.

Por eso debe salvar su honor.

A manera de contexto, recordaremos que TELEMAX firmó dos convenios con SEDATU para ofrecer servicios que están fuera de sus posibilidades. Por ello subcontrató a nueve empresas que a su vez subarrendaron servicios a otras 22 que nunca tuvieron relación con la televisora del Gobierno de Sonora. De acuerdo a lo informado hasta hoy, TELEMAX cerró sus convenios y luego redirigió el dinero a las nueve empresas subcontratadas.

O sea que TELEMAX y Daniel Hidalgo se prestaron a un doble juego financiero de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU). El convenio sonorense fue similar a otro signado con el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social.

En suma, TELEMAX, en su doble juego, contrató empresas fantasmas, como Publicidad Natnit, cuyo domicilio fiscal no encontraron los peritos de la Auditoría Superior de la Federación, pero ello no bastó para firmar un contrato por 143 millones de pesos. Aún así, pese a su calidad de fantasma, contrató a su vez a otras seis empresas.

TELEMAX también cerró negociaciones con Aghata Líderes Especializados, por 105.8 millones de pesos. Esta empresa reportó que tenía su domicilio fiscal en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, pero se trataba de una casa abandonada.

Y la lista sigue con otras empresas, una revista y hasta el periódico El Universal. Ya veremos si este diario ofrece su versión de los hechos.

Pero los sonorenses sí quieren saber los hechos debidamente sustentados en investigaciones de profesionales en la materia.