La estrategia azul para volver a gobernar Sonora está en marcha, con una pinza ex priista con la que pretenden amarrar la victoria en el sur del estado, de Guaymas hasta el corredor mayo, claro pasando con el importante granero de votos que representa Cajeme. 

2018
Bisturí. Buscan descarrilar proyecto de Beltrones 2021
     

La estrategia azul para volver a gobernar Sonora está en marcha, con una pinza ex priista con la que pretenden amarrar la victoria en el sur del estado, de Guaymas hasta el corredor mayo, claro pasando con el importante granero de votos que representa Cajeme. Primero, el PAN contrató al guaymense Toño Astiazarán y ahora al cajemense Abel Murrieta.

La duda es si con Abel se va todo el Yaqui Power y el clan Bours, la mitad, un tercio o un pequeño grupo de leales a los ricos de Cajeme.

O, si de plano, Abel se va solo con sus seguidores.

En la pasada contienda por la gubernatura, el PRI derrotó al PAN gracias a la votación cajemense, dicen conocedores del tema y los actores políticos que trabajaron esa región.

Esa jugada sería de una lógica simple.

Pero quién diablos puede asegurar que en política hay lógica.

La pregunta clave es si los grupos fuertes del PRI en Guaymas y Cajeme también se van con el PAN.

Y si Rodrigo Bours, supuesto candidato a la alcaldía cajemense por la vía independiente, se enfrentaría a Abel Murrieta.

Inclusive, si los jefes panistas miden la posibilidad de conformar la fórmula a senadores con los ex priistas Toño Astiazarán y Abel Murrieta, jalando a su trinchera a Rodrigo Bours para la alcaldía cajemense.

En política todo es negociable.

Pero toca la casualidad que el PRI no está manco ni le falta una pierna.

Los tricolores deben tener ya armada su propia estrategia.

En esta guerra que viene serán importantes las lealtades.

Tanto por el lado del PRI como del PAN.

Así como la compra de conciencias y caballos de troya.

Cuidado con los posibles infiltrados.

Esos pueden causar mucho daño.

Obviamente, la rebelión en Cajeme busca debilitar a Sylvana Beltrones. Y Toño Astiazarán tendría la encomienda de atacar con todo al Maloro Acosta, a petición expresa de Damián Zepeda, el virtual candidato del PAN a gobernador de Sonora en 2021.

Pero los estrategas azules deben tener muy en cuenta que Manlio Fabio Beltrones es un experto en campañas. Y como tiene todo el apoyo del PRI como coordinador en varios estados, es más peligroso.

A manera de contexto reproducimos una columna escrita en marzo 22 del año pasado, que se ajusta a la realidad actual. Va:

Sylvana 2021

Sylvana Beltrones, la hija de Manlio Fabio y heredera del capital político de su poderoso padre, navega con banderas desplegadas en un mar en calma. Por lo pronto no hay tormenta. El viaje a puerto seguro se mantiene con timón firme. La nave está prevista fondear en 2018, sin soltar las amarras, y atracar o amarrar en 2021.

Este sería el plan de navegación de la actual diputada federal y casi segura candidata a senadora en 2018. Es su viaje de preparación hacia su destino: La gubernatura en 2021.

Los planes ya están trazados desde hace rato. Y pudieran cumplirse a menos que en las próximas elecciones se presente un brote de insurgencia de regulares dimensiones… en Cajeme, por ejemplo.

¿Pero qué piensa al respecto la propia Sylvana?

En abril de 2015 sostuvimos una breve charla con ella sobre este tema. Su pensamiento tiene vigencia, porque los planes siguen firmes. Esto fue lo que la hija de Manlio dijo hace casi dos años:

El rostro juvenil de Sylvana Beltrones Sánchez pasa de una agradable sonrisa a un ligero gesto de sorpresa ante la pregunta inesperada: Nunca, el PRI había tenido a una candidata a gobernadora en Sonora. Y hoy, todo hace suponer, tendrá a dos en forma consecutiva. Primero Claudia Pavlovich y luego tú. ¿Qué piensas al respecto? La respuesta, acompañada de una nueva sonrisa: No, es muy pronto para pensar en eso. Viene el replanteamiento del reportero: ¿Entonces te descartas tan pronto? Y la hija de Manlio Fabio Beltrones responde inmediatamente: ¡No, no me descarto!

Figura esbelta, pantalón de mezclilla, blusa blanca, un atuendo común para una chica normal, de una mujer de su edad. Pero Sylvana no es una chica normal. Desde 2012 la están preparando para brillar en política. Y si las cosas se dan, llegar a ser gobernadora de Sonora. El proyecto está en marcha. La charla, breve pero sustanciosa, el viernes pasado al terminar un acto de Claudia Pavlovich.

Por fuera de un salón en el que Toño Astiazarán y su Fundación 15 x el 15 brindaba su apoyo y propuestas a la primera candidata a gobernadora por el PRI, se desarrolló la breve plática con Sylvana:

En 2012, cuando escribí sobre el proyecto Sylvana 2015, algunos me tildaron de loco, errado cuando eran benignos- abre la charla el reportero-, porque pensaban que ya te ponía como candidata a gobernadora. Entonces tuve que aclarar: primero viene la diputación federal, luego la senaduría. Y después quién sabe.

Como respuesta, Sylvana muestra sonrisas y más sonrisas, sobre todo ante el comentario y la pregunta: ¿Serás la segunda mujer candidata a gobernadora?

-No, no pienso en ello- , ataja Sylvana.

-¿Entonces te descartas, tan pronto?

-No, no me descarto… pero es muy pronto.

Bueno, antes tienes que ser senadora-escudriña el reportero-. Y mide de nuevo a la novel política:

Dicen que los padres heredan a los hijos. Y la herencia política de tu padre es de peso. No hubo comentarios de Sylvana. Sólo sonrisas y más sonrisas que en momentos acompañaba con un gracias. Los temas abordados en la plática no le desagradan pero trata de evitarlos. Ya adquirirá vagancia política. En estas campañas de 2015 está tomando un curso intensivo
Para ello tiene de su lado el verdadero poder. Y eso es lo que cuenta cuando se trata de forjar proyectos políticos. La estrategia, todo hace suponer, es difundir su imagen, que acumule experiencia y soltura política.

¿Pero cómo caería entre los fuertes grupos políticos de Sonora el proyecto Sylvana 2021?

Todo hace indicar que este proyecto político viene con los tiempos bien medidos, con una estrategia perfectamente diseñada en todos sus aspectos.

Sylvana Beltrones, abogada, casada con el senador Pablo Escudero, madre de dos niñas: Sylvana y Roberta, se concentra por lo pronto en su próximo rol de legisladora. Mientras, su influyente padre mueve sus piezas. Su visión periférica se enfoca en el año 2018. Entonces, si fructifican sus planes, podría moldear a su gusto el proyecto Sylvana 2021.