La colonia Agualurca, al sur de la ciudad, es tierra sin ley. La calle De las Higueras refleja anarquía. La mitad de esa calle luce ocupada por basura. Ya van dos semanas de ese pequeño problema de salud y nadie reporta el hecho. Los patrulleros quizá tengan tareas más urgentes y los “tirabichis” podrían decir que no es área de su competencia.

2018
Bisturí. La basura de Angelina
     

Angelina Muñoz Fernández está muy entretenida en ese juguetito de promoción de imagen llamado Fiestas del Pitic para darse cuenta de cómo está la ciudad. Para muestra, un botón: La colonia Agualurca, al sur de la ciudad, es tierra sin ley. La calle De las Higueras refleja anarquía. La mitad de esa calle luce ocupada por basura. Ya van dos semanas de ese pequeño problema de salud y nadie reporta el hecho. Los patrulleros quizá tengan tareas más urgentes y los “tirabichis” podrían decir que no es área de su competencia.

Además, por esa calle hay “tiraderos” de droga desconocidos para todos, menos para los vecinos. Hay interconexiones ilegales de agua potable y energía eléctrica que, pese a reportes, nadie atiende. Los usuarios cumplidos, como suele suceder en este tipo de servicios, pagan los platos rotos.

Otro datito: La semana pasada una vecina de calle contigua tuvo la mala ocurrencia de visitar a familiares, junto con su esposo, a un pueblo de la sierra. Fueron y vinieron en el mismo día. Al regreso encontraron que su casa había sido saqueada. NI la ropa y objetos de uso personal encontraron. Vaya, hasta el guardarropa del perro se llevaron.

Esta es la colonia Agualurca, alcaldesa Angelina Muñoz Fernández. Los vecinos ya no saben qué hacer.

Hoy ya se esperan las visitas de representantes de campañas políticas. Y como en épocas electorales anteriores, se espera que acudan al mismo domicilio, un hogar con problemas de drogadicción, violencia y robos. Hay más sospechas, pero no están debidamente sustentadas. Lo bueno es que con anticipación investigan a los depositarios de votos sanos.

La calle De las Higueras es un santuario incomprendido. Recientemente arribaron un grupo de jóvenes que cualquier aprendiz del bajo mundo los asocia con el hampa. Tratan de intimidar, pero los vecinos ya están curtidos en este tipo de socialización.

No se sabe si estos delincuentes recibieron una casa prestada o, como se acostumbra, invadieron la vivienda. Sus moradores originales, no son.

Y está el caso de la basura depositada en plena calle. Se sabe que la limpieza corre a cargo de un nuevo propietario o invasor, pero nadie ilustró a ese buen vecino que está obstruyendo una vía pública. Y la alcaldesa lo ignora porque sus subordinados nada le reportan.

Por eso Hermosillo está hundido en el desgobierno.

No nada más es la violencia.

Lo bueno es que estamos en campañas políticas. En la calle De las Higueras se esperan candidatas y candidatos. A ver si pueden resolver problemas comunitarios que la alcaldesa no puede o no quiere atender.

¿Quién quiere votos?

Pd: Este es un servicio social de Bisturí, escrito con conocimiento de causa.