El vuelo del Pato se registra en dos niveles: Uno, el de sus publicistas que lo ubican casi en la estratosfera. Y dos, el real, donde planea a baja altura, aleteando a poca distancia de su rival más cercano, la rocaportense Célida López Cárdenas, cuya altura se la debe exclusivamente al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

Así es, el candidato priista a la alcaldía hermosillense Ernesto de Lucas Hopkins encabeza la competencia, sí, pero con pocos puntos de diferencia con su rival de Morena.

La principal razón de este vuelo bajo del Pato, que lo ubica en la mira de las escopetas, es responsabilidad de su equipo de campaña. Ignoramos si le dicen la verdad sobre su escasa ventaja o le ocultan los números verdaderos. El punto es que no hay estrategia para volar más alto.

Y el peligro es que en su vuelo errático, el Pato caiga a tierra. Entonces sí, quedaría a merced de sus rivales.

Bueno, así son las campañas. Hay que dorar la píldora con 20 ó 30 puntos de ventaja, cuando la realidad es que la separación radica en muy pocos puntos, si acaso menos de 10, que, tomando en cuenta los tradicionales tres puntos de margen de error, la superioridad quedaría en unos 6 puntitos.

Y eso es poca ventaja.

Así que candidato y publicistas están obligados a alzar el vuelo.

Quizá por estos detallitos de descoordinación no aceptó la coordinación de la campaña David Anaya, quien mejor se quedó en el C4. Se sabe que el James Bond sonorense tuvo enormes diferencias con los estrategas que manejan las redes sociales al Pato. Dicen que entre ellos se encuentran López Ceja, Axel Pascual, Amos Moreno junior, Castro Téllez, etc., etc.

En carril paralelo llama la atención de propios y extraños el dineral que corre por los tastes del Hipódromo de Hermosillo, donde se está jugando el “Futurity 2018”. Las mejores potrilladas, de las mejores cuadras, con ejemplares de todo el mundo. La lana corre como nunca. Pero llama la atención una cuadra llamada San Angel Racin Stable, que topa cualquier apuesta, venga de donde venga. Reportan que en esta ocasión se juega mucho más que con Guillermo Padrés. Y, claro, en dólares. Miles y millones de dólares.

¿Quiénes serán los socios de esta cuadra?

Se aceptan colaboraciones.