Las derrotas electorales siempre son huérfanas, aunque haya responsables visibles, a la vista de todos. Sonora no es la excepción. Varias voces se levantaron para advertir que la Universidad de Sonora y El Colegio de Sonora fueron semilleros de activistas de Morena...

2018
Bisturí. El gobierno de Sonora alimentó su derrota
     

Las derrotas electorales siempre son huérfanas, aunque haya responsables visibles, a la vista de todos. Sonora no es la excepción. Varias voces se levantaron para advertir que la Universidad de Sonora y El Colegio de Sonora fueron semilleros de activistas de Morena, que después se convirtieron en representantes de casilla debidamente capacitados, tanto intelectual como políticamente.

Allí se empezó a fraguar la derrota del PRI y del régimen.

Todos minimizaron la acción de socavamiento de esas mentes educadas.

Y pasó lo que tenía que pasar.

Los más preparados, académicamente hablando, desplazaron a los que se autonombraron clase política de relevo, que resultaron alumnos de primaria ante sus maestros de universidad.

Hoy los maestros universitarios dominan el escenario político.

Pero el futuro es una incógnita. Posiblemente respondan a la fe depositada en ellos y quizá resulten ser un fiasco.

Eso en Sonora y en México.

Aquí vamos a ver una lucha de clases.

La de las mentes cultivadas contra la de los políticos que se resisten a perder sus privilegios,

Es, para decirlo claramente, una lucha de clases.

Obviamente la clase baja está fuera de esta lucha.

A ella nadie la llama.

Y eso, curiosamente, podría ser la perdición de esa fuerza emergente llamada Morena.

Su base de apoyo podría ser su perdición.

Pero ese punto es sumamente importante para ser trabajado por el gobierno estatal, en esta nueva etapa de configuración política.

El lado débil de la administración estatal es precisamente ese flanco: No tiene gente con espíritu social. Los que tiene están desperdiciados en otras áreas.

Así que urge una buena sacudida al árbol.

Es un grito a tiempo para Claudia.

Una salida digna, es prioritario.

Hay que cuidarse las espaldas.

Sobre todo al final de la gestión.