Andrés Manuel López Obrador pone en su mesa un platillo exquisito, con olor monárquico o de amplio sentido social.

2018
Bisturí. Una política social de alto voltaje
     

Andrés Manuel López Obrador pone en su mesa un platillo exquisito, con olor monárquico o de amplio sentido social. Las dudas están por doquier, porque se carece de datos específicos sobre su instrumentación, pero el plan es visionario: Condonar las deudas de usuarios del 1 de julio para atrás. Borrón y cuenta nueva, dicho en las palabras del virtual presidente electo pero que en los hechos ya está cogobernando el país.

La principal duda es si ese plan de convertir a la Comisión Federal de Electricidad en el corazón de una nueva política social, es si ese programa se aplicará en Tabasco, donde AMLO anunció el plan (dirigido a un grupo de resistencia que lucha contra las altas tarifas de luz), o si se extenderá a todo México, principalmente en sus regiones de alto consumo eléctrico por temperaturas veraniegas cercanas a los 50 grados centígrados, como Sonora.

Aquí es donde se advierte un posible programa de redituable sentido social, porque la siempre vilipendiada CFE, por su corrupción y una energía eléctrica demasiada cara, suministra el servicio a 38, 7 millones de clientes a lo largo y ancho del país, de los cuales el 89 por ciento de los usuarios pertenecen al sector doméstico.

Si el programa de AMLO es de alcance nacional, ¡uffffffff!, serían muchos millones de futuros votos para MORENA y sus candidatos a puestos de elección popular en los próximos comicios.

Aquí es donde se le haya sentido al nombramiento de Manuel Bartlett como próximo director de la CFE: Es una apuesta político-electoral de AMLO.

Pero también podría ser una medida para fortalecer a la paraestatal frente a sus nuevos competidores, que ya velan armas con la reforma energética.

Al fin y al cabo Bartlett es considerado como de los políticos duros de este país.

Y si tiene el apoyo presidencial y el de millones de usuarios beneficiados, el señor de la caída del sistema podría ser hasta el próximo candidato presidencial, claro, si la edad se lo permite. Pero también podría ser el que abrirá brecha para el auténtico delfín.

Pero son meras suposiciones.

AMLO no aclara aún si este programa es de corte nacional.

En cualquier caso, se pretende utilizar a la CFE como instrumento de política social.

Si les funciona será una verdadera arma político-electoral.

Y esa posibilidad aseguraría a MORENA la gubernatura de Sonora en las próximas elecciones.

El panorama no podría estar mejor para Alfonso Durazo, quien tendría que decidir sobre ser un poderoso secretario de Seguridad Pública o un casi seguro mandatario de Sonora.