Las imágenes dicen más que mil palabras, reza el viejo refrán. Y estas fotos en las que aparece la gobernadora Claudia Pavlovich con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, nos deja el mensaje que algo pasó entre la primera y segunda reunión de mandatarios y mandataria con AMLO. En la primera al lado del que será el gran tlatoani. Y en la segunda al fondo. Una gran diferencia en la deferencia.

2018
Claudia, la gobernadora opositora
     

Bisturí.

Las imágenes dicen más que mil palabras, reza el viejo refrán. Y estas fotos en las que aparece la gobernadora Claudia Pavlovich con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, nos deja el mensaje que algo pasó entre la primera y segunda reunión de mandatarios y mandataria con AMLO. En la primera al lado del que será el gran tlatoani. Y en la segunda al fondo. Una gran diferencia en la deferencia.

En política la forma es fondo.

Pero los rituales políticos poco importan a los sonorenses que en nada se interesan por este tipo de cuestiones. Y si esta relación, al parecer venida a menos, afecta al presupuesto federal asignado a Sonora, entonces sí es de vital importancia para todos, no nada más para el actual régimen.

Aunque sería sumamente difícil que el futuro presidente castigue al pueblo de Sonora por diferencias políticas.

Que el manejo presupuestal quede en manos del futuro delegado de AMLO en Sonora, eso ya sería otra cuestión.

Como sea, si el próximo delegado, Jorge Taddei, gusta de jugar vencidas con la gobernadora en el tema de los dineros, obviamente sería un movimiento arriesgado.

Claudia ya está calificada como opositora. Y es una figura a nivel nacional por su posición.

Claro, ella es política y seguramente será una oposición amistosa con el gobierno de AMLO.

Políticamente, la sonorense crecerá en la estructura de lo que será el nuevo PRI o como se llame en el futuro muy cercano.

Pero aquí, en su tierra, lo que se prevé es una relación ríspida.

Su adversario en la región es Taddei, pero el más poderoso será sin duda Alfonso Durazo, ya investido como un secretario de Seguridad Pública con demasiadas facultades, tantas para ser considerado como el operador político de cabecera del presidente López Obrador.

Durazo tiene asegurado ser candidato a gobernador de Sonora en las próximas elecciones. Si él así lo decide.

Pero también, por ese respetable poder que manejará, tiene posibilidades de aspirar a la candidatura presidencial.

Como su ex jefe, Luis Donaldo Colosio, que cambió la gubernatura de Sonora por la posibilidad de convertirse en presidente de la República. Al final, esa decisión le costó la vida.

Durazo estuvo cerca de la lucha colosista.

De sus limitaciones.

De sus errores.

Seguramente algo aprendió del pasado.

Para aplicar esa experiencia en el futuro.

En su proyecto personal.

Las aspiraciones del de Bavispe, con una buena imagen a nivel nacional, dependerán de su actuación como secretario.

Los laberintos del poder son confusos. Pero él ya los ha caminado.

Es cuestión de que no se pierda.

Ni que se deje atrapar por el canto de las sirenas.

En México o Sonora.