Cuando los niños de la arena abren la boca, sus molares simulan un camino de piedra. Son las caries que el consumo de refresco de cola les ha dejado. Como no hay agua, una persona puede tomarse hasta una botella de tres litros de la bebida.

En Punta Chueca, los menores de primaria apenas están aprendiendo a cepillarse los dientes, después de que una brigada de la Secretaría de Salud llegó a la comunidad este martes.

Un camión con un médico y una enfermera se instaló en la explanada de las instalaciones de la Telesecundaria, en donde la fachada no tiene la E ni la A.

Una picap que se estacionó en la cancha de basquetbol repartió medicamentos básicos, y el aula de medios fue equipado con tres consultorios dentales improvisados.

Fernando Prado, de Bahía de Kino, viaja de manera esporádica con medicamentos a la comunidad. Contó que hay vidas que se van por falta de gasolina.

“Estamos en decadencia en Punta Chueca, entonces el Centro de Salud está cerrado y cuando la gente ocupa algún medicamento en ocasiones es difícil es ir hasta Kino. La semana pasada nos llevamos a una persona, y por poco no llegaba, pero lo bueno que se salvó”, comentó.

Sin médico

Desde hace ocho años no hay médico. Han huido o por lo lejano e inhóspito del territorio, o por el miedo a los AK 47 que les toca la puerta en la madrugada para curar heridas de bala.

Félix Higuera Romero, subsecretario de Salud estatal, afirmó que desde abril de este año se han lanzado dos convocatorias para traer un médico a la comunidad. Nadie ha querido el trabajo.

“Estamos lanzando una tercera convocatoria, en una segunda convocatoria no se cubrieron las plazas que se necesitaban. Sin embargo, ante la falta de médicos en estas comunidades están las brigadas, los apoyos que ustedes conocen”, dijo.

El Centro de Salud de Punta Chueca está en ruinas, al igual que la casa donde se hospedaba el médico. La Secretaría de Salud instala una puerta, y a los dos días ya no está. Un módulo de Cruz Roja a su costado está semiderruido.

Mirna Méndez tiene 21 años como enfermera en la comunidad, aunque en ocasiones solo sirve de apoyo moral. Cuando atiende a alguien, o no hay medicinas para curarlo, o no hay carro ni gasolina para llevarlo a Hermosillo. Como en el caso de Doña Juana y su hijo, que murieron olvidados en su casa.

“Se dieron cuenta muy tarde, por eso no se pudo hacer nada”, dijo Mirna.

A través del Crystal

Si la caries carcome los dientes de los niños, el crystal consume la vida de los jóvenes en Punta Chueca.

Margarita Rincón Muro, coordinadora del Programa de Psiquiatría Comunitaria, informó que actualmente atienden a 30 jóvenes con adicción al crystal, o con afecciones relacionadas con su consumo.

Las afecciones relacionadas son depresión o ansiedad, problemas que no se pueden atender sin un médico o medicinas a la mano.

“Traemos apoyo del programa de ‘La verdad del crystal’, para dar información y hacer prevención en cuestión de drogas, porque sabemos que es un tema muy fuerte eso”, comentó.

Aunque de las drogas nadie puede hablar en la comunidad, so pena de que pase algo grave.

La opción para la Secretaría de Salud es enviar Brigadas Médicas de manera frecuente, para atender lo que el refresco de cola, el crystal y la marginación han dejado en esta comunidad de los de arena.

Vía Uniradio Noticias