En el mundo bizarro de la política hay cosas que llaman la atención de la población normal, como el hecho de que el ex alcalde de Cajeme, Rogelio Díaz Brown, en cuya gestión se marcó la inseguridad que se trasladó a Hermosillo, fue nombrado coordinador de la bancada priista en el Congreso local.

2018
El sur, origen de la inseguridad en Hermosillo
     

Bisturí.

En el mundo bizarro de la política hay cosas que llaman la atención de la población normal, como el hecho de que el ex alcalde de Cajeme, Rogelio Díaz Brown, en cuya gestión se marcó la inseguridad que se trasladó a Hermosillo, fue nombrado coordinador de la bancada priista en el Congreso local.

¿De qué se trata?

A manera de contexto recordamos que el pasado jueves el periodista Luis Alberto Medina logró reunir en su cabina de “Proyecto Puente” a dos afamados ex-procuradores de justicia del estado, Rolando Tavares Ibarra y Abel Murrieta Gutierrez, el primero durante el gobierno de Manlio Fabio Beltrones, y el segundo durante el sexenio de Eduardo Bours y una parte también con Guillermo Padres Elías.

Lo revelado por ambos expertos en el tema de seguridad es preocupante.

Es en Ciudad Obregón donde se establecen diversos grupos de la delincuencia organizada precisamente en el periodo que le corresponde presidirlo a Díaz Brown.

Esto aparte del desastre económico que provocó en las finanzas municipales ante su impericia para ocupar el cargo.

Se tocó el tema del asesinato de quién fuera su Director de Seguridad Pública asesinado en esa ciudad al encontrarse en una taquería, llamando la atención a los entrevistados el nulo interés por esclarecer quienes o las causas por las que se le privó de la vida.

Por ello ambos ex-procuradores coincidieron en que lo que está sucediendo pueden ser por actos u omisiones “que casi llegan a la indiferencia de lo que está pasando “; destacó Tavares.

Lo que es un secreto a voces por la ciudadanía fue confirmado por los ex-funcionarios: no deja de ser muy extraño o manda muchas interrogantes de que en el sur estén las cosas como están y Agua Prieta o Nogales que fueran los generadores de problemas no lo son, “algo extraño sucede en esto ” se preguntaron .

Por su parte Abel Murrieta amplio conocedor del tema recomienda no pactar con la delincuencia, organizar una verdadera coordinación entre las diversas policías que genere un verdadero estado de fuerza y enfrentarlos.

Las soluciones ahí están.

Mientras, a quien señalan como quien permitió el establecimiento de esos grupos en Obregón, hoy cobra como diputado coordinador de la fracción parlamentaria del PRI.

En esas entrevistas se tocó el tema del ex director de seguridad pública que fue asesinado. Hasta ahora se ignora quién o quiénes participaron en la comisión del delito y mucho menos las causas por las cuales se le privó de la vida.

Esto constituye un hecho de fama pública que de una u otra forma alcanza al ex presidente municipal y familiares cercanos. Por lo menos roza un hecho que en todo caso podría dar lugar, en un momento dado, hasta en poner tierra de por medio.

Lo más grave del caso es que únicamente no ha tomado ningún tipo de medidas de ese tipo. De ninguna manera se ha visto que exija de las autoridades la investigación a cabalidad de las razones que determinaron un acto tan grave y mucho menos quién o quiénes fueron los autores de tan deleznable y atrevido acontecimiento.

Por el contrario, con inexplicable cinismo lo han elegido como el coordinador de la fracción priista del Congreso, como si la actual situación política del Estado permitiera una designación de esa naturaleza, tan absurda como inexplicable.