Finalmente el polémico tema de los superdelegados quedó como el clásico gatopardismo: Todo queda igual, con personal en cada delegación, sin inmiscuirse en asuntos de seguridad y el superdelegado o nuevo virrey ve esfumados su gran escenario de rivalizar con los gobernadores. Sólo le dejan la responsabilidad de los censos y de supervisar los apoyos a jóvenes y ancianos.

2018
"Serenos, morenos, serenos"
     

Bisturí.

Finalmente el polémico tema de los superdelegados quedó como el clásico gatopardismo: Todo queda igual, con personal en cada delegación, sin inmiscuirse en asuntos de seguridad y el superdelegado o nuevo virrey ve esfumados su gran escenario de rivalizar con los gobernadores. Sólo le dejan la responsabilidad de los censos y de supervisar los apoyos a jóvenes y ancianos.

Mucho ruido sin nueces.

Ahora se ve más clara la jugada de Andrés Manuel López Obrador. Primero enseñó que iba por todas las canicas, pensando asustar con el petate del muerto, para después negociar y decidir que no hay cambios.

La figura del superdelegado en las entidades estatales ya es parte de la historia del nuevo gobierno federal.

O sea que cada Secretaría del gobierno federal designará a su representante en los estados.

Bueno, no todo queda igual: Los futuros delegados ganarán menos lana. Hay que respetar la austeridad republicana. Ni modo, se aguantan.

Desde esos puestos, eso sí, se hará política, con especial énfasis en la operación electoral, a favor de Morena.

Los problemas de gobernabilidad que todo mundo esperaba, finalmente se desactivan.

Lo que se puede esperar en este gatopardismo escenario es que las relaciones institucionales entre los gobiernos federal y estatal serán cordiales, al menos de dientes para afuera. Ya cuando vengan los tiempos electorales vendrán ciertos ajustes en el trato, pero sin calar las bayonetas.

Para eso son políticos profesionales.

Empero, la experiencia será factor fundamental en la nueva relación. Los más colmilludos deberán imponerse, con suaves formas, sin arrogancia, sin prepotencia.

Lo sucedido en el Congreso local fue la acción que descorría el velo.

Los morenistas se emocionaron y pagaron su novatez.

Así será, seguramente, lo que vendrá en las más de 30 delegaciones que operan en Sonora.

Bueno, finalmente AMLO reculó en este ríspido asunto.

Ahora, a su gente en Sonora, a conocidos y desconocidos, de izquierda, derecha o ambidiestros, les puede soltar su clásica recomendación: Serenense, todo sigue igual que antes.

El juego empieza.

Play bol.

La enseñanza de Magdalena

Lo que se especulaba como una novela de ficción y de altos vuelos de la mafia en la balacera de Magdalena, finalmente quedó en un simple asunto de faldas.

Los que saben de este tema deslizan: Fue un encuentro inesperado, casual, entre gente de dos células de cárteles chicos de la región. Se traían ganas y se agarraron a balazos.

Había una especie de tregua hasta el próximo año, que en ese encuentro se rompió.

Es más, fue tan inesperado el intercambio de metralla, que los pistoleros buscaban a unas damas en la zona de maquilas.

Pero que se encuentran de frente con sus rivales y no aguantaron las ganas.

Dicen que así sucedió esta historia.

Esperemos que en el futuro no se repitan estas balaceras que generan temor entre la población.

Claro, ya se sabe que en este mundo violento todos son sustituibles, como el famoso personaje El Jabalí, ya finado. Así es en los carteles chicos y grandes.

Ahora a esperar que se respete la tregua.