Para el PRI Sonora es hora de las definiciones. Está obligado a dejar su cómoda zona de confort y levantarse a diario con el firme propósito de alcanzar su autosuficiencia financiera. 

2018
Es hora de que despierte el PRI Sonora
     

Bisturí.

Para el PRI Sonora es hora de las definiciones. Está obligado a dejar su cómoda zona de confort y levantarse a diario con el firme propósito de alcanzar su autosuficiencia financiera. Si en cambio le gana la pereza seguirá como un partido desdibujado, desmotivado, sin presencia y, obviamente, sin fuerza para acuerpar a su líder, la gobernadora Claudia Pavlovich.

Un PRI en sus actuales condiciones, noqueado, sin asimilar ni superar su pasada derrota electoral, de poco o nada le sirve al gobierno estatal.

Menos a su dirigencia nacional.

Por lo tanto está obligado a sacar carácter y fortaleza.

Lo cual se obtiene con autosuficiencia financiera.

Tiene que demostrar que puede valerse por sí mismo.

Sin depender de apoyos financieros externos.

Ni oficiales.

En suma, un PRI autosuficiente en todos sentidos.

Así, sortearía conflictos con autoridad y gallardía.

Pero resulta que vemos a un partido desorientado, sin coraje ni personalidad.

Pareciera que esta desorganización política nada quiere saber de trabajo.

De sudar la camiseta.

De recuperar al menos parte de lo perdido.

Ahora que tocó fondo, debe impulsarse hacia la superficie.

Porque hasta ahora se ve nadando de muertito.

Y eso le hace mucho daño en su imagen ante la sociedad apartidista.

Sobre todo ante militantes y simpatizantes.

¿Llegó la hora de cambiar a toda la dirigencia priista?

Sí.

Urge el relevo en todas sus estructuras que mordieron el polvo en la anterior contienda electoral.

El tiempo avanza de prisa.

Y aún vemos a un PRI seminoqueado.

No esperen lana de la dirigencia nacional.

Menos en estos tiempos que Morena y López Obrador quieren reducir las prerrogativas partidistas a la mitad.

Es hora de verse como partido en el gobierno estatal.

Pero resulta que ni siquiera se ven como burócratas de partido.

¿A poco no les da vergüenza?

Mejor háganse a un lado para que trabajen los que vienen.

Primero deben trabajar la autosuficiencia financiera.

Hay muchas actividades que pueden desarrollar para lograr ese cometido.

Empezando por convencer a sus donantes, cuya lista debe estar muy recortada.

Así, con trabajo fecundo y creador, aunque sea mal pagado, atraerán miradas.

Por lo pronto, desde esta modesta trinchera, deseamos a todas y todos feliz año veinte diecinueve. Que las metas y proyectos no vayan en retroceso.

¡Salud! En todo sentido, con todos los sentidos.