En Sonora grupos afines o promotores de Morena encabezan la campaña contra ese periodista y su medio de comunicación. Acusan que una buena cantidad de lana salió del Congreso del Estado para pagar los servicios del periodista, quien, a su vez, denuncia ser objeto de una persecución del gobierno estatal.

2019
Pretenden adelantar la sucesión gubernamental
     

Los factores de poder que se sienten con posibilidades de competir en las próximas elecciones, sobre todo los grupos opositores al régimen estatal, ya están inmersos en la lucha política. En su intentona pretenden adelantar los tiempos de la sucesión gubernamental. Cada quien a su modo, a su estrategia, a su interés. Pero estarían unidos en un añejo concepto: El fin justifica los medios.

Hasta medios de comunicación bajo supuestos ataques se mueven en esta olla de grillos.

En la capital del país Reforma acusa ser víctima de intimidación a través del temido Servicio de Administración Tributaria, el famoso SAT.

En respuesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que todo es una actitud política, una falta de respeto y es ofensivo.

A manera de contexto recordaremos que este viernes Reforma publicó  que “en lo que puede interpretarse como un intento por presionar la labor periodística de esta casa editora, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) citó ante las autoridades a Alejandro Junco de la Vega, presidente de Grupo REFORMA, y a su esposa, Rosa Laura Elizondo, como accionistas, por una supuesta diferencia de 12 mil pesos en el ejercicio fiscal de hace cuatro años de la empresa”.

Bueno, es del conocimiento público las serias diferencias que existen entre Reforma y AMLO.

Respetables, sus posturas.

Mientras, aquí los actores políticos se han subido a una ola que buscan convertir en un verdadero tsunami. Es un pleito que intenta hacer crecer un medio de comunicación que busca subir al ring a todo el Gobierno de Sonora. Califica la acción como una persecución.

En ambos casos, allá y aquí, son actitudes políticas, como bien define AMLO.

Son acciones de políticos.

Allá para golpear al presidente. Es un intercambio de golpes. Ambos contendientes golpean a su manera.

Aquí es la sucesión. Así de simple, así de sencillo.

En Sonora grupos afines o promotores de Morena encabezan la campaña contra ese periodista y su medio de comunicación. Acusan que una buena cantidad de lana salió del Congreso del Estado para pagar los servicios del periodista, quien, a su vez, denuncia ser objeto de una persecución del gobierno estatal.

Persecución la de los cristianos en su tiempo.

Lo actual parece ser un simple acto de vedettismo que busca el rating.

Todo parece ser un asunto de pesos y centavos, con un fuerte tufo a intereses partidistas.

Involucraron al Congreso. Por la vía oficial, el jefe de Comunicación Social del Poder Legislativo, Alberto Nevárez, aclaró que en su parcela así no funcionan las cosas. Sería infantil pensar que los supuestos arreglos entre diputados y prensa se canalizaran por esa vía, que siempre está bajo vigilancia. Aparte, Beto siempre se ha distinguido por su honestidad. A estas alturas no creemos que cambie. Pero los congresistas tienen diferentes formas de operar, ocultas y clandestinas.

Si operadores de Morena acusan al periodista supuestamente perseguido, ¿qué participación tendría la bancada de ese partido en la campaña contra el comunicador? O bien todo sería una reedición de los famosos pleitos arreglados del Chapo Romo

Antes de rasgarse las vestiduras sería necesario conocer el fondo de este asunto, sus implicaciones, sus propósitos.

Porque hasta donde alcanzamos a percibir, el propósito central es empezar a mover la sucesión.

Mientras, la gobernadora Claudia Pavlovich responde con trabajo diario y apoyando causas reales, como las de las mujeres y los productores sonorenses que se ven afectados con recortes presupuestales del gobierno federal.

Y luego dicen que el vedettismo es propio de las mujeres.

Claudia responde con verdadera política. Mesurada, analizando esta embestida, dejando que las aguas retomen su verdadero nivel y las cosas caigan por su propio peso. Al fin y al cabo que todo es política. Pero estaría obligada a dejar en claro que los tiempos de su propia sucesión los maneja nada más ella.

Lo demás son cosas de Inmaculados.