La percepción y reclamo de muchos sonorenses fue confirmada desde el mismo corazón del gobierno federal, por voz del presidente Andrés Manuel López Obrador: Acelerar la entrega de apoyos económicos en su gobierno y concentrarse para ello en tres programas prioritarios: Sembrando Vida, que generará 200 mil empleos, la pensión a Adultos Mayores y el de Jóvenes Construyendo el Futuro.

2019
¿El tema electoral distrae a los superdelegados?
     

Bisturí.

La percepción y reclamo de muchos sonorenses fue confirmada desde el mismo corazón del gobierno federal, por voz del presidente Andrés Manuel López Obrador: Acelerar la entrega de apoyos económicos en su gobierno y concentrarse para ello en tres programas prioritarios: Sembrando Vida, que generará 200 mil empleos, la pensión a Adultos Mayores y el de Jóvenes Construyendo el Futuro.

Esa información fue publicada por el columnista Salvador García Soto, en El Universal.

En buen cristiano AMLO llamó la atención a sus superdelegados en todas las entidades del país y les pidió pónganse a chambear, pero sobre todo ya terminen de entender los mecanismos que tiene el gobierno federal para llevar beneficios a los estados.

Aquí en Sonora poco se ve de esa responsabilidad que tiene la federación.

Todo se ha vuelto grilla de algunos personajes que ya quisieran estar operando en el año electoral.

Pero si no aciertan a entender su chamba, cómo carajos van a recibir el reconocimiento, y por ende el voto, del pueblo sonorense.

Los nuevos funcionarios están pagando caro la llamada curva del aprendizaje. No desesperen, señores, con el tiempo vendrá la curva de experiencia. Claro, en lo social, no en lo electoral.

Mientras, los sonorenses seguirán esperando que superen la barrera y entren de lleno al aprendizaje. Ojalá no confundan los términos y opten por el lento aprendizaje.

En esa reunión con su gabinete, AMLO anunció el reforzamiento de la figura de los superdelegados con la creación de siete nuevas subdelegaciones o subcoordinaciones para cada entidad. Ayer, en reunión con su gabinete y los 32 delegados federales, el presidente dijo que en ese nuevo esquema de coordinación se incluyen cuatro subdelegados o subcoordinadores que estarán acompañados de un encargado de administración, de un responsable en materia anticorrupción y otro en el tema de la legalidad. Las áreas son Comunicaciones y Energía, Seguridad, Bienestar y Economía.

Este reforzamiento indica que la 4T no está aterrizando en los estados como estaba planeado. Ya habrá más burocracia, esperemos que calificada. Al rato tendrán el mismo personal que operaban en las delegaciones federales, sí las del neoliberalismo que despareció por decreto presidencial.

Esta situación lleva a otra reflexión, muchas veces planteadas por expertos en la materia: La pésima distribución de los recursos en México.

México, argumentan, requiere un nuevo pacto fiscal entre estados, municipios y el gobierno federal, que se traduzca en un destino más equitativo de recursos.

Obviamente no habrá desarrollo sin una mejor coordinación entre estados y federación.

Pero resulta que están fallando los estrategas de la coordinación.

El dato ya es absoleto y hasta insultante, se podría decir: De cada peso que se recauda en impuestos, 80 centavos van a la federación y el resto se reparte entre estados y municipios.

Pero ahora hay un agregado cultural: AMLO ya definió su cariño a la zona sur-sureste. El norte, un tanto minimizado. Los norteños, podrían argumentar, están muy bien alimentados. Comen mucha carne asada.

Pero mejor demos créditos a especialistas en la materia. Dicen que si bien los recursos para estados y municipios aumentaron en términos reales para 2019, según el presupuesto de egresos la reducción del ramo 23 con el que estados cuentan para llevar a cabo proyectos, ya es motivo de reclamos de gobiernos locales.

El ramo de Provisiones Salariales y Económicas, disminuyó en 69.4 % este año.

No obstante, los gobiernos estatales y municipales recibirán este año 1.67 billones de pesos, 155 mil millones de pesos más a lo transferido el año anterior vía participaciones y aportaciones federales.

¿Por qué?

Porque los recursos que se destinan en el presupuesto a esas partidas se calculan mediante fórmulas establecidas y no puede haber cambios.

Pero con el actual esquema no hay incentivos.

No se premia una mejor recaudación.

Y el panorama no es precisamente de bonanza.

Por donde quiera se cuela el pesimismo. Lo más reciente: La agencia calificadora Fitch Ratings redujo su expectativa de crecimiento económico para México para este año a 1.6 por ciento, desde 2.1 que pronosticó en diciembre.

Mientras, los superdelegados inmersos en su etapa de aprendizaje.