Las campañas por la gubernatura de Baja California iniciaron el 31 de marzo pasado. Los comicios en el vecino estado serían un magnífico laboratorio para confirmar o desmentir que la figura emblemática de Morena, el presidente Andrés Manuel López Obrador, va a la baja, casi en caída libre...

2019
Manlio une a Jorge Hank y Alfonso Durazo
     

Bisturí.

Las campañas por la gubernatura de Baja California iniciaron el 31 de marzo pasado. Los comicios en el vecino estado serían un magnífico laboratorio para confirmar o desmentir que la figura emblemática de Morena, el presidente Andrés Manuel López Obrador, va a la baja, casi en caída libre. Y de ese resultado, suponemos, las principales fuerzas políticas aplicarían la estrategia para Sonora.

De aquí al 2 de junio, cuando los bajacalifornianos saldrán a votar, pasará mucha agua por debajo del puente que une a Sonora y Baja California.

Los principales partidos se apoyan mutuamente en las elecciones a lo largo y ancho del país, sobre todo si son entidades vecinas. Entonces, es de suponerse que grupos de sonorenses apoyarían a sus compañeros bajacalifornianos.

Sería hora de devolver favores.

En ese sentido, se dice que en los pasados comicios en Sonora, en los que arrasó López Obrador y varios políticos simplemente se subieron a la ola como buenos surfistas, el rico empresario Jorge Hank Rhon habría apoyado a Morena y Alfonso Durazo en Sonora.

Esta es una versión ya abordada en este espacio.

Y, especulan, habría sido por venganzas políticas.

La versión sugiere que Morena fue financiado en sus gastos electorales por el conocido empresario y político priista, hijo del mítico profesor Carlos Hank González, a quien le atribuyen haber acuñado la famosa frase: Un político pobre es un pobre político.

La especie, claro, tiene lógica.

Recordemos que cuando Hank Rhon intentó ser candidato a gobernador de Baja California se le atravesó un hombre allegado a Manlio Fabio Beltrones: Fernando Castro Trenti, quien finalmente fue el abanderado del PRI. Fue entonces cuando el dueño del casino Caliente y el equipo de futbol Xolos de Tijuana, entre otros negocios, amenazó con competir bajo las siglas de otro partido. Finalmente no lo hizo pero su hijo Carlos Hank Insunza asistió a eventos del candidato panista y ganador de esa elección, Kiko Vega.

Ese es el contexto de una historia conocida.

Quizá haya algo más en los bajos terrenos de la política.

El punto es que según esa historia desconocida o poco conocida Hank Rhon habría inyectado una muy buena cantidad de recursos a las campañas de Morena en Sonora. Lo que sabíamos era que varios empresarios le apostaron a Morena en el pasado proceso electoral, pero nunca se había mencionado el nombre del hijo del profesor Carlos Hank González.

Al parecer hay una buena relación de Hank con Alfonso Durazo.

Y el factor Manlio los habría unido.

Pero ¿cómo está el escenario en la vecina Baja California?

Al frente, como es de suponerse, el candidato de Morena Jaime Bonilla, a quien mencionaron hasta la segunda semana de hostilidades. El candidato real es AMLO. Obviamente los morenistas piensan que ya ganaron, gracias a su líder nacional. El oportunismo de empresarios y políticos, a la orden del día. Y como agregados culturales se sumaron a la cargada de la 4T el PT, Verde y Transformemos.

Su más cercano competidor es Acción Nacional y su candidato Oscar Vega Marín, quien no puede abandonar la sombra de corrupción del actual mandatario, el panista Kiko Vega.

Más atrás, el debilitado PRI y su candidato Enrique Acosta Fregoso. Ambos con la derrota a cuestas.

También figura el ex priista, ex perredista y quizá ex morenista, Jaime Martínez Veloz. Después de trabajar en el gobierno de Enrique Peña Nieto volvió a su tierra para lanzarse por la gubernatura bajo las siglas del PRD.

Por último aparecen, marginalmente, Héctor Osuna Jaime, por Movimiento Ciudadano, e Ignacio Barriquete, por el Partido Baja California.

¿A varios de estos contendientes ubica en otros partidos anteriormente?

Así es la política.