Alicia Hurtado Bringas de Hidalgo tiene 83 años de edad, de los cuales, 66 se ha dedicado al magisterio. Ella es unos de los 28  docentes en el Estado, que fueron reconocidos este lunes por la Secretaría de Educación y Cultura por tener más de 50 años de servicio.

2019
Tiene 66 años en la docencia y una escuela lleva su nombre
     

Por Alan Rubio

Hermosillo.-    Alicia Hurtado Bringas de Hidalgo tiene 83 años de edad, de los cuales, 66 se ha dedicado al magisterio. Ella es unos de los 28  docentes en el Estado, que fueron reconocidos este lunes por la Secretaría de Educación y Cultura por tener más de 50 años de servicio.

Alicia tuvo cinco hijos. Tiene 14 nietos y tres bisnietos.

Una escuela primaria de Hermosillo lleva su nombre, ubicada en avenida Reforma y Veracruz, colonia San Benito, gracias a su gran dedicación en el servicio de la docencia.

Nació el 11 de enero de 1937, en Sahuaripa, Sonora. Desde niña quiso ser maestra, pero su padre se lo prohibía ya que tenía que venirse sola a Hermosillo a estudiar.

Su papá murió cuando ella era adolescente. Fue entonces que su madre, quien también era maestra, siempre ilusionada para que su hija fuera docente, le autoriza irse a la capital sonorense a cumplir su sueño.

“Vine a Hermosillo cuando tenía 17 años de edad; fue el primero de septiembre de 1953. Quince días estuve en la casa de una tía muy querida, hermana de mi padre, en donde también se vino conmigo mi hermano mayor para que no estuviera sola, pero mi tía lo devolvió a Sahuaripa ya que le dijo que yo estaba segura con ella y la estancia era mientras me aceptaban en la escuela”, contó.

Fue aceptada en la Escuela Normalista y, una vez egresada en la Licenciatura en Educación, la enviaron a Ciudad Obregón para su primer trabajo en una primaria de la localidad, en donde estuvo tres años de servicio.

En ese entonces, la madre de doña Alicia decidió dejar Sahuaripa y vender las tierras que heredó de su esposo para irse a vivir de Hermosillo junto a sus seis hijos.

Rentaron una casa ubicada en Niños Héroes y Garmendia, colonia Centro. La dueña de la vivienda era la mamá del entonces director general de Educación de Sonora, a quien días después conoció en persona y fue quien le ayudó a acomodarse en el preescolar.

Toda su vida se ha dedicado a la enseñanza en el nivel preescolar porque es donde se fomentan las bases para ser buenos estudiantes y ciudadanos, dijo.

Laboró en varios jardines de niños, uno de ellos fue “El Mundito”, en Hermosillo; también laboró en Nogales.

“Estoy muy contenta. Hasta la fecha estoy trabajando. Ahorita soy supervisora de zona, tengo a mi cargo a 30 jardines de niños, 7 públicas y 23 particulares ubicadas todas al Norte de Hermosillo”, platicó.

Consideró que la vocación del maestro es hacer las cosas con amor, con cariño a los niños, porque trata del futuro del país.

“Ser maestro es la carrera más bonita, la que más impulsa, la que más nos prepara en valores. Siempre les digo a las nuevas generaciones que deben ser responsables, humildes, trabajadoras, positivas y que no estén faltando a trabajar”, finalizó.

Uniradio Noticias.