Escrito por Angelique Salazar.
El vocero del arzobispo aclara que, aunque no hubo delito, la conducta del sacerdote es reprobable y ha sido puesto bajo supervisión
En Cd. Fernández, las denuncias contra el sacerdote Josué T. han desatado una fuerte polémica, pues tras revelarse acusaciones de que el sacerdote habría enviado imágenes y mensajes de contenido sexual, se generó una ola de indignación en la comunidad y las redes sociales, sin embargo, autoridades de la Iglesia Católica, a través de su vocero, Tomás Cruz Perales, han aclarado los hechos y desmentir algunas de las aseveraciones que circulan en redes.
Desde el inicio de la controversia, el Obispado decidió tomar medidas preventivas, y Josué T. fue removido de la parroquia donde ejercía, ahora, el sacerdote se encuentra bajo la supervisión y custodia de otros sacerdotes que le brindan apoyo y seguimiento, como una forma de asegurar que su conducta esté bajo constante vigilancia.
De acuerdo con el vocero del Arzobispado, esta medida se tomó debido a la seriedad de las acusaciones y para evitar que el sacerdote continúe teniendo una responsabilidad autónoma.
Cruz Perales explicó que, de acuerdo con la información más reciente, el caso no implica a menores de edad y, por lo tanto, no se trata de una conducta de acoso en términos legales. “Tras esto, no hay delito” afirmó el vocero.
Asimismo aclaró que, aunque el contenido de los mensajes intercambiados con otras personas puede considerarse inapropiado y reprobable desde el punto de vista moral y de los principios de la Iglesia, la interacción habría ocurrido entre adultos y, en cierto grado, habría sido consensuada.
En este sentido subrayó que el comportamiento de Josué T. sigue siendo motivo de desaprobación para la comunidad religiosa, pues esta situación ha obligado a la Iglesia a poner al sacerdote bajo custodia y que no repita estas acciones.
El vocero también subrayó que la madre del clérigo no tiene ninguna relación con las acciones de su hijo y que el sacerdote es responsable de sus propias conductas como adulto.
Además, Tomás Cruz hizo un llamado a la prudencia con respecto a la información que se ha difundido en redes sociales, destacando que mucha de esta es falsa o inexacta.
Respecto a las sanciones o medidas que podrían aplicarse al sacerdote, Cruz Perales comentó que, dado el contexto, el sacerdote no podrá asumir una responsabilidad pastoral en solitario, en cambio, deberá estar siempre bajo la supervisión de otro miembro de la Iglesia que esté al tanto de su comportamiento.