¡Harto de la extorsión y del miedo!
El hartazgo y la impunidad se respiran en el sur de Veracruz. Daniel, dueño del bar El Jalisquito, tomó la justicia en sus manos tras meses de vivir bajo el yugo del cobro de piso… y ahora, en un giro indignante, es él quien está tras las rejas.

Cansado de entregar su trabajo y su tranquilidad a manos del crimen organizado, Daniel decidió plantarse firme y dejar de pagar cuotas. Las amenazas no tardaron en llegar, pero lo peor ocurrió la noche del sábado, cuando dos presuntos sicarios llegaron a su negocio con intenciones letales.
Al darse cuenta del inminente ataque, Daniel, en un acto desesperado de defensa, embistió a los agresores con su vehículo, acabando con sus vidas. ¿Legítima defensa? Todo indicaría que sí… pero la justicia parece mirar hacia otro lado.

El precio de defenderse
En lugar de ser considerado una víctima de extorsión y de un atentado, Daniel fue arrestado. Como si fuera poco, las autoridades también clausuraron su bar. Esta decisión ha encendido la indignación colectiva en Minatitlán y Coatzacoalcos, donde la gente denuncia que quienes se defienden del crimen son castigados, mientras los delincuentes operan a sus anchas.
“No se vale. Aquí vivimos con miedo todos los días. Y cuando alguien se atreve a enfrentar a esos tipos, lo meten preso. ¡Ya basta!”, denunció un comerciante de la zona, que pidió anonimato por temor a represalias.

El clamor en redes
Mensajes de apoyo a Daniel se multiplican en redes sociales, exigiendo su liberación y denunciando la complicidad y omisión de las autoridades. “Hizo lo que muchos quisiéramos hacer, pero no nos atrevemos por miedo”, escribieron algunos usuarios.
Mientras tanto, la comunidad ya está organizando protestas para exigir justicia y la inmediata liberación del empresario.
¿Hasta cuándo las víctimas serán crimin