_Con una sola pierna ha caminado cerca de 780 kilómetros y pese al cansanc1o y las h3r1das, no desiste, anhela una segunda oportunidad de una mejor vida_

2024-08-30
Andrés, el migrante hondureño que camina con una prótesis en busca de un futuro mejor
     

Heidi Castellanos / Arcadia News
Sayula de Alemán,Ver.. - "Caminar día y noche ha sido, para qué te digo, un esfuerzo bastante grande, pero Dios me ha dado la fuerza y, gracias a mis compañeros, a los muchos aquí que me han apoyado con un granito de arena, he podido hasta llegar aquí, y aquí vamos para adelante", expresó Andrés Andelino Castro, hondureño discapacitado que viaja en la caravana de migrante “Jesucristo”.
Una prótesis y un bastón son sus compañeros inseparables en esta travesía, Andrés de 36 años ha recorrido cerca 780 kilómetros con una sola pierna. Narra que cada paso es un desafío, pero su determinación se mantiene firme gracias a la solidaridad de sus compañeros y al amor que siente por su hija de 9 años, quien vive en Honduras.
A diferencia de la mayoría de los migrantes, él avanzan con mayor dificultad, el dolor es constante, pero sus deseosos de llegar a Estados Unidos no lo detienen.
*Un sueño interrumpido por una tragedia*
La historia de Andrés no solo es de lucha, sino también de pérdida y resiliencia. Durante su tránsito por Veracruz, recordó que en el 2016, durante su primer intento por llegar a Estados Unidos, perdió su pierna derecha al intentar subir al tren al que llaman "La Bestia".
Lo nombran así porque es un medio de transporte al que muchos migrantes recurren para acelerar su camino, pero saben que es muy peligroso y a muchos les ha arrebatado la vida.
"Fue en mi primer viaje; te voy a decir que fue un viaje corto en el que no pude lograr mi sueño, el sueño que todo mundo tiene de llegar a Estados Unidos, pero aquí vamos haciendo el esfuerzo, echándole todos los kilos para continuar, no teniendo que no me duele, me duele recordar y también caminar, pero aquí vamos", expresa Andrés.
Aunque aún no se ha recuperado completamente del accidente, Andrés no se rinde. A pesar de las heridas y el dolor que le provoca la prótesis, sabe que viajar a pie es menos peligroso que subirse de nuevo a un tren.
Trata de caminar rápido para ir al menos en medio del contingente, pero en su rostro se observa el dolor que le provoca cada paso, más cuando la intensidad de los rayos del sol lo cubren o la lluvia.
"A mí me ha costado un mundo y otro poder continuar, pero es menos riesgo que el tren y vengo en esta caravana porque quiero vivir lo que ya viví años atrás, que me costó recuperarme, volver a pegar el paso, volver a ser el mismo", cuenta.
Para Andrés, esta travesía es más que un simple viaje; es una búsqueda de una segunda oportunidad. Su único deseo es conseguir una prótesis que le permita trabajar y ofrecerle una vida mejor a su familia.