En todos los sentidos, con todo sentido y también para los sentidos, la situación nacional de enojo social marca un parteaguas y una demanda que no admite demora: Es hora de la real política.

En todo este año que apenas inicia seremos testigos de movimientos sociales que cimbrarán las viejas estructuras de un obsoleto sistema político.

La clase gobernante se debe mover más aprisa que las masas. Y debe tomar todas las previsiones del caso para no verse rebasada o de plano meter reversa. En Baja California Kiko Vega no aguanto la presión ciudadana y reculó en el alza de las tarifas de agua.

En lugar de atender estas auténticas demandas sociales don Kiko se reunía con algunos de sus colegas norteños para afinar estrategias de hipotéticas deportaciones masivas de migrantes mexicanos, que pueden ocurrir pero no han ocurrido. Este asunto del agua en el estado vecino, junto con el gasolinazo, fue detonante para marchas de protesta.

A esta convocatoria de una medio rara reunión de la CONAGO no asistieron la gobernadora de Sonora y el gobernador de Coahuila, ambos priistas. Obviamente Claudia Pavlovich debe cuidarse al estar en este tipo de CONAGOS regionales en la que hacen mayoría los mandatarios panistas de Tamaulipas, Chihuahua y Baja California, así como el independiente de Nuevo León. Y como agregado cultural el perredista de Morelos (muy entretenido en su juego de patadas con Cuauhtémoc Blanco), todos opositores al PRI y al presidente Enrique Peña Nieto.

Obviamente la grilla desprendida de la sucesión presidencial arropará en este año las reuniones de gobernadores, sobre todo si son regionales, como la que acaba de ocurrir en Nuevo Laredo.

Los partidos siguen siendo el principal andamiaje del sistema político mexicano. Y todos los partidos querrán ganar en 2018.

Por ello las primeras bisagras que empezarán  a crujir serán sin duda la de los partidos políticos.

Si hay alguna duda vale la pena dar una revisadita a la propuesta del diputado independiente de Jalisco, Pedro Kumamoto: Sin voto no hay dinero para los partidos, la cual pretende que los partidos políticos vinculen sus gastos y prerrogativas directamente con la cantidad de votos válidos recibidos en el último proceso electoral.

Este legislador explicó que cada partido recibe 44.5 pesos por persona registrada en el padrón electoral, sin importar si acudieron o no a ejercer su voto, o si lo anularon, por lo que proponen realizar una nueva ecuación para que los recursos se entreguen a cambio de los votos válidos emitidos: multiplicarían los 44.5 pesos por cada persona que haya elegido a un solo partido.

Y expuso su sentir, compartido por muchos ciudadanos: Lo que pasa es que la gente no se siente representada por las instituciones políticas. Tenemos que reconquistar a los partidos.

En ese sentido dijo una verdad de a kilo: ‘la política debe ser hecha por personas que basan sus esfuerzos en procesos y proyectos, no en las chambas y no en los huesos”. Si la mayoría del congreso de Jalisco avala esta iniciativa, se mandará al Congreso de la Unión para que se discuta allá, puntualizó Kumamoto.

Claro, los partidos mandan en el Poder Legislativo. Y por eso se duda que se hagan harakiri. Pero si rechazan esa propuesta los diputados le echarán más gasolina al fuego.